El acoso escolar es una de las grandes lacras que aún hoy en día perduran en los centros educativos. Por más campañas de concienciación que se hacen siguen existiendo casos en todo el mundo. El último que ha cruzado las frontera ha ocurrido en Francia. La historia del pequeño Charlie, de solo 7 años, ha conmocionado al país al grabarse en vídeo diciendo lo cansado que estaba de las agresiones de un compañero. “Quiero unirme a Dios”, llegaba a decir entre llantos.